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viernes, 19 de noviembre de 2010

lunes, 8 de noviembre de 2010

Principal componente del tabaco: La Nicotina


La nicotina es una alcaloide encontrado principalmente en la planta de tabaco (en cantidades que varían entre el 0,3% y el 5%), aunque también está presente en mínimas cantidades en el tomate, la papa, y la pimienta verde. En pequeñas concentraciones constituye un estimulante, siendo la principal sustancia que produce la dependencia al tabaco.
La historia de la nicotina como tal comienza cuando se le dio su nombre a partir de la planta Nicotiana Tabacum, la que fue llamada de este modo cuando el embajador francés Jean Nicot, mandó semillas de tabaco desde Portugal a París en el año 1550 de nuestra era, con el fin de promover su uso medicinal. Es en el año 1828, cuando la nicotina fue aislada de la planta de tabaco por los químicos alemanes Posselt y Reimann. Más adelante, en el año 1843, Melsen describió su fórmula química, y en 1893, fue sintetizada por primera vez por Pictet y Crepieux.
Los efectos estimulantes de la nicotina (en pequeñas dosis) en el sistema circulatorio sanguíneo, se traducen en un incremento de la actividad y sentido de alerta. También contribuye a aumentar el ritmo cardíaco y la presión sanguínea, reduciendo el apetito. En grandes dosis puede causar vómitos y nauseas, constituyendo una sustancia venenosa tanto para los seres humanos como para los animales; la que incluso puede provocar la muerte. El uso prolongado y frecuente de nicotina produce una dependencia tanto física como psíquica, la que según estudios llevados a cabo en Estados Unidos en el año 1988; tiene un poder adictivo comparable con la heroína y la cocaína. Dentro de los síntomas físicos por la privación de la nicotina está la irritabilidad, dolores de cabeza, ansiedad, trastornos del sueño, y molestias cognitivas, síntomas que se producen entre 48 y 72 horas sin haber consumido la sustancia, y que desaparecen tras un período que puede variar entre 2 y 6 semanas.
En la actualidad, los principales usos terapéuticos de la nicotina están orientados a tratar la dependencia de fumar, mediante la suministración de nicotina en pequeñas cantidades en forma de parches o sprays nasales, con el fin de alejar a los pacientes de la adicción. Otros usos actuales están orientados a tratar la epilepsia, el parkinson y el mal de alzheimer. A pesar de estos usos, es interesante exponer los efectos negativos (asociados a la nicotina) que se producen por el hábito de fumar tabaco. Entre estos efectos cabe mencionar la posibilidad de desarrollar varios tipos de cáncer, así como enfermedades cardiovasculares. Estudios llevados a cabo en Gran Bretaña han mostrado que en promedio los no fumadores viven 10 años más que los fumadores; asimismo estos últimos tienen mayor propensión a contraer cáncer de pulmón.  Debido a todos estos efectos, es que a partir de los años 70, muchos de los países desarrollados han legislado para evitar que la gente adquiera el hábito. Entre estas leyes cabe mencionar: restricciones en la publicidad, prohibición de venta a menores de edad, y prohibición de fumar en recintos cerrados.

Consecuencias del consumo de tabaco.

El hábito de fumar provoca numerosas enfermedades leves y graves. Hoy en día, todos los fumadores padecen algún síntoma asociado al tabaco, desde un simple deterioro bucal hasta un cáncer de pulmón. Según los estudios médicos fumar puede causar más de 25 grupos de enfermedades crónicas, entre ellas:
  •  Aparato respiratorio: el tabaco es la principal causa de enfermedades en el aparato respiratorio. Las más comunes son: bronquitis, asma, obstrucciones  crónicas, enfisema pulmonar, cáncer de laringe, faringe y pulmón.
  •  Aparato circulatorio: la nicotina es un vasoconstrictor, por lo que disminuye el grosor de las arterias y los vasos coronarios, aumenta el ritmo cardíaco e incrementa la presión arterial. Mientras que el monóxido de carbono impide la correcta oxigenación de las células y altera las paredes de las arterias. Esto incrementa el riesgo de padecer aginas de pecho e infartos de miocardio, además del desarrollo de enfermedades como la arteriosclerosis, la hipertensión, la insuficiencia cardíaca.  
  • Aparato digestivo: el tabaco incrementa el riesgo de padecer úlceras, gastritis, acidez estomacal, cáncer de esófago y de boca.
  • Aparato genital: la falta de riego sanguíneo provoca también impotencia masculina y pérdida de libido. Además, el tabaco es un tóxico que disminuye la fertilidad, incrementa el riesgo de aborto y de parto prematuro y afecta, gravemente, al desarrollo del feto.
  • Problemas en la piel: el tabaco disminuye el riego sanguíneo de los capilares de la piel, envejeciéndola y arrugándola.
  •  Intoxicaciones generales del organismo: el tabaco reduce parte de la vitamina C y la vitamina B.  También puede producir cataratas, pérdida del oído y deterioro de la dentadura, mal aliento, dolor abdominal.

lunes, 1 de noviembre de 2010

¿Qué contiene?

En la combustión del tabaco se producen miles de sustancias como gases, vapores orgánicos y compuestos suspendidos en forma de partículas, que son transportados por el humo hacia los pulmones, actuando principalmente sobre el aparato respiratorio. Aunque, también, algunas de ellas son absorbidas y pasan a la sangre desde donde afectan otros tejidos y órganos del cuerpo.
Estas sustancias pueden clasificarse en:
  • Nicotina: Es el alcaloide responsable de la mayoría de los efectos del tabaco sobre el organismo y el que da lugar a la dependencia física. La vida media de la nicotina en la sangre es menor de dos horas y, según se reduce su concentración, aparecen los síntomas que inducen al fumador adicto para que fume otra vez.
  • Sustancias irritantes: Son responsables de la constricción bronquial, la estimulación de las glándulas secretoras de las mucosas. Altera los mecanismos de defensa del pulmón, por lo que se favorecen las infecciones y la aparición de bronquitis crónica y enfisema pulmonar.
  • Alquitrán: Se incluyen en este grupo toda una seria de hidrocarburos aromáticos policíclicos que tienen acción cancerígena. El alfabenzopireno es el más estudiado y directamente relacionado con el cáncer.
  • Monóxido de carbono: Se encuentra en una concentración elevada en el humo del tabaco. Tiene una gran afinidad para combinarse con la hemoglobina, con la que forma carboxihemoglobina y, por lo tanto, disminuye la capacidad de la sangre de transportar el oxígeno. Sus efectos inciden fundamentalmente a nivel del sistema nervioso central y del aparato cardiocirculatorio.

¿Qué es el tabaco?

El tabaco tiene poder adictivo debido principalmente a su componente activo, la nicotina, que actúa sobre el sistema nervioso central. El fumador sufre una dependencia física y psicológica que genera un síndrome de abstinencia, denominado tabaquismo. La nicotina genera adicción, pero tiene efectos antidepresivos y de alivio sintomático de la ansiedad. Es factor de riesgo en enfermedades respiratorias, cardiovasculares, distintos tipos de cáncer, y es especialmente perjudicial durante el embarazo. Además, no sólo perjudica a los fumadores, sino también a los que respiran el mismo aire, los considerados fumadores pasivos. El tabaquismo es la principal causa de mortalidad. Además, el tabaco como tal es lo que menos se fuma, pues excepto el poco tabaco natural, todo lo que se comercializa está adulterado con sustancias químicas que le aportan dudosas o preocupantes propiedades como la de ser más adictivo o mejorar su sabor, y otras que no se saben porque también tienen fórmulas secretas.Las industrias agregan aditivos que el tabaco puro jamás ha tenido, aumentando la toxicidad que de por sí ya tiene. Sin embargo es importante recalcar que el tabaco por muy puro o de "liar" como se conoce, siempre causará daño irremediablemente, por lo que la única opción que minimiza el riesgo de padecer enfermedades respiratorias a edades avanzadas es simplemente no fumar.